Una consagración hecha a los grandes santos de la Iglesia Católica

Sigue el ejemplo de los santos, como San Padre Pío y Santa Teresinha, y conságrate a Nuestra Señora.

“Dios quiere servirse de María Santísima en la santificación de las almas”.
– San Luis María Grignion de Monfort

La consagración a la Santísima Virgen nos lleva a evitar el pecado y a crecer en las virtudes

Desarrollada por San Luis María Grignion de Montfort, en el libro “Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen”, la consagración a Nuestra Señora es una joya de la tradición católica que fue seguida por los grandes santos de la Iglesia, como San Padre Pío, Santa Teresa y San Juan Bosco.

 Conocida como el camino más seguro y perfecto para llegar a Nuestro Señor Jesucristo, la consagración es necesaria para los fieles que desean conocer la importancia de la devoción mariana y que quieren acercarse a María Santísima, para estar más perfectamente conectados con el Hijo de Dios.

¿Para quién es esta consagración?

¿Quiénes son los Heraldos del Evangelio?

Los Heraldos del Evangelio son una Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio, la primera erigida por la Santa Sede en el tercer milenio, que tuvo lugar con motivo de la fiesta litúrgica de la Cátedra de San Pedro el 22 de febrero de 2001.

“La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad cada vez mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión”
(Christifideles Laici, 58)

La fidelidad a la Santa Iglesia ha hecho de los Heraldos del Evangelio una institución en pleno desarrollo en todo el mundo.

Más de 500.000 personas ya se han consagrado a María Santísima, en la formación de los Heraldos del Evangelio ahora te toca a ti.